¡Hola amigos escritores!
Esta es la segunda parte de los ejercicios que te van a ayudar a superar los bloqueos de la hoja en blanco. Así que si todavía no lo leíste te recomiendo que vayas ahora al artículo en el que explico los ejercicios 1 y 2, para que puedas seguir con los de esta entrada.
Ejercicio 3: Un buen escritor es un buen lector.
Para ser un buen escritor hay que leer tanto como escribir.
La lectura te abre las puertas a un sinfín de posibilidades:
- Amplia tu vocabulario.
- Permite ver las distintas variaciones o formas en que se puede escribir sobre una misma cosa.
- Las descripciones de paisajes o lugares según el estado anímico de los personajes.
- Cómo hacer crecer o decrecer un personaje.
- Los distintos finales y sus enfoques.
- Abre la mente.
- Fomenta la imaginación.
Esto es solo una pequeña parte de todos los beneficios que vas a obtener leyendo.
Tal vez no te guste leer y digas “prefiero una película”, bueno es una opción, pero cuando lees un libro el que le pone piel a los personajes, aunque te los describan a la perfección sos vos, el que los imaginás sos vos, el que formás en la mente el paisaje, el sonido, etc., siempre sos vos y esto fomenta la imaginación, abre las puertas a muchas posibilidades sobre cómo escribir algo.
La lectura te da esa oportunidad, una película te muestra todo y no da opción a que tu imaginación se explaye.
Yo soy una adicta a “El señor de los Anillos” de J. R. R. Tolkien, lo he leído más de cinco veces (eso se los puedo asegurar) y cada vez que lo hacía, hallaba toda una gama de posibilidades diferentes, hasta que se me ocurrió que estaría bueno ver la película.
Quiero aclarar que no estoy diciendo que la película sea mala ni mucho menos, pero ya no pude volver a leer el libro sin ponerle a los personajes las caras de los actores, sin escuchar más que las voces de los traductores, sin que los paisajes no sean como los vi en la película.
En una palabra, me coartaron la imaginación, ya no era mi historia sino la de Peter Jackson.
Cuando uno lee utiliza su propia imaginación, la fomenta, eso queda muy claro, no creo que haya mucho que discutir.
Tal vez alguien diga: “pero si leo para poder escribir, voy a estar copiando”, eso es imposible, por más que lo intentes, nunca vas a lograr escribir como alguien más, quizás lo logres con una página o dos, pero no más.
Cada escritor tiene un estilo muy definido, aunque se parezca al de alguien más y por otra parte, tu objetivo es aprender a escribir, no a copiar.
Muy poco duran los beneficios de aquel que intenta copiar, esa es una batalla perdida de antemano.
Ejercicio 4. La maldita hoja en blanco.
¿Quién puede considerarse escritor si no escribe?
Podés decir “es que no me sale nada”, miro la hoja o la pantalla de la compu y quedo nulo.
Días atrás estaba leyendo “Pintura, el concepto del diagrama” de Gilles Deleuze y en uno de los capítulos hablaba sobre “la tela en blanco” y lo extendía al caso de los escritores.
Me llamó poderosamente la atención y debo reconocer que coincido con su punto de vista. Ni la tela ni la hoja de papel está en blanco.
El dice así:
…Cuando ustedes tienen algo que escribir, no hay que creer que se siente angustiado frente a la página blanca. Es el tercero, es aquél que mira sobre vuestro hombro y que dice: ¡Oh! ¡No ha escrito nada aún!
De acuerdo, no he escrito nada aún.
¿Pero qué diferencia hay entre mi pobre cabeza, mi cerebro agitado y la página? Ninguna. A mi modo de ver ninguna; ya existen un montón de cosas, diría más, hay demasiadas cosas sobre la página. No hay página blanca. Hay una página blanca objetivamente -es decir una falsa objetividad para el tercero que mira-, pero vuestra propia página está atestada, está completamente atestada y ese será el problema para llegar a escribir: es que la página está tan atestada que no hay lugar para añadir lo que sea.
De modo que escribir será fundamentalmente borrar, fundamentalmente suprimir…
¿Parece extraño no?
Puede ser, pero es un buen ejercicio eso de suprimir, borrar.
Nuestra mente está llena de ideas que van de un lado a otro, que nos sacan de contexto y no nos permiten hilar ni siquiera un par de frases correlativas. Es un caos, eso es la página en blanco.
Pero ¿cómo quitar lo que sobra, lo inútil? Y aquí surge otra pregunta, ¿qué es lo que sobra, qué es lo inútil?
No lo sabremos hasta que lo escribamos.
Por eso este ejercicio sirve para desechar ideas, frases, palabras y también para ejercitar nuestra voluntad de escribir todos los días:
Tomemos un cuaderno, una libreta, lo que quieran y todos los días escriban lo que le viene en mente. No importa si es coherente, no importa si es un hecho, un recuerdo, un sentimiento una sensación, solo escriban.
Porque el objetivo de escribir a diario es comenzar a desechar cosas, esas cosas que están perturbando nuestra cabeza y no nos permiten ordenarnos, salirnos del caos.
Cuando hayamos despejado nuestra mente de todas esas ideas que nos rondaban y que no podíamos archivarlas aunque no le encontrábamos sentido, comenzaremos a ordenarnos. El caos comenzará a dejar de serlo, tomará forma.
¿Y si tenías dudas de que tal vez alguna de esas ideas podrían funcionar? No hay problemas todo está escrito en ese cuaderno, libreta o lo que sea, solo tenés que hojearla y vas a encontrar lo que buscabas.
Coincido con Deleuze sobre la hoja en blanco. No es la hoja en blanco, la mayoría de las veces es la presión de terceros lo que en verdad te anula, porque esa hoja no es más que tu cabeza inmersa en el caos, solo hay que descongestionar, suprimir, borrar.
¿Cómo lo logro? Escribiendo, escribiendo, escribiendo.
Conclusión
Para poder escribir, debés
- Comenzar reconociéndote como escritor.
- Incentivar tus funciones sensoriales.
- Leer mucho.
- Ordenar tu mente escribiendo.
Espero que pongas en práctica estos consejos, y dejá un comentario de cómo te fue con las prácticas.
Nos vemos en la próxima entrega.
Un saludo!
Artículos de la serie:
Cómo superar la frustración de la hoja en blanco
Ejercicios 1 y 2 para superar tus bloqueos como escritor
Ejercicios 3 y 4 para superar tus bloqueos como escritor
Marta 22/08/2019
Muy buenos tus consejos, Nelvis! Sólo me queda ponerlos en práctica. Siento que necesitaría cambiar muchos “yo” (no encuentro las comillas que alguien cercano a vos me recomienda jaja) “La angustia es el vértigo de la libertad” Kierkegaard lo dijo: estamos condenados a elegir
saludos
Mauricio Panuncio 22/08/2019
Jajaja si es un tema el de las comillas! Como en inglés no se usa y se trata de hacer el teclado lo las compacto posible no se agregan como teclas.
Nelvis Ghelfi 22/08/2019
Sí, la angustia es el vértigo de la libertad, y la libertad nace en el movimiento, el cambio.
¡Gracias por acompañarnos! Nos vemos prontito.